Accesibilidad, acogida, sostenibilidad y eficiencia, sin perder el sentido de recogimiento y entrega que se vive en el Santuario, son algunos de los conceptos que se han ido involucrando al servicio de la experiencia pastoral que se está queriendo fortalecer en el proyecto de reconstrucción de Bellavista.
Lo que inició con la triste noticia del cierre de las puertas del Cenáculo, hoy se observa con la esperanza de un nuevo hito para la historia de Bellavista y una oportunidad, desde el ámbito espiritual, para convocar a familias, peregrinos y comunidades a participar en un propósito común, renovando su misión y vínculo con la Mater, y por otro lado, en el ámbito material, para transformarlo en un lugar que acoge a todos, donde las puertas del Cenáculo se ensanchen para recibir y regalar el don de la Alianza a muchos más peregrinos, donde las personas puedan recorrerlo con facilidad, respetando su entorno y cuidando el medio ambiente.
Si bien, aún existen etapas que se deben cumplir antes de iniciar la reconstrucción, como la licitación y levantamiento de los fondos que se necesitan, ya se han planteado algunas líneas de acción y grandes desafíos en los cuales se trabaja, a partir del anhelo de que sea un lugar que convoque y transforme.
Accesibilidad, riego y electricidad
Un tema importante en este proyecto es la accesibilidad. “Lo que estamos haciendo, desde la comisión de sostenibilidad, es trabajar por un Santuario que sea un lugar que acoja igualitariamente a todas las personas, y para eso, una medida es maximizar las posibilidades de acceso que se tienen”, comenta Antonella Vespa, peregrina y miembro de la LAF en Campanario y parte del equipo de sostenibilidad en Bellavista tu Hogar.
Según la especialista, la accesibilidad universal no sólo se refiere a personas con discapacidad físicas, también incluye a mujeres embarazadas, padres con niños pequeños, personas mayores o con alguna condición neurodivergente o incluso con alguna lesión temporal.
Otro desafío tiene relación con el riego. Actualmente, el Santuario usa el agua de uno de los pocos canales de regadío que aún recorre la comuna para regar que, si bien es cierto, es una gran ventaja, no se ha podido utilizar de forma óptima y eficiente ya que no tienen suficientes estanques de almacenamiento. Esto conlleva a perder parte de este valioso recurso, más aún ahora, que tampoco cuenta con la sombra de los pinos para guardar la humedad del suelo, lo cual provoca que el riego tendido o esporádico en caudales significativos no sea tan eficiente por efecto de rápida evaporación.
Según explica Nayty Beltrán, peregrina y miembro de la Pastoral de Bellavista, y parte de la comisión de Proyecto de Bellavista tu Hogar, el Santuario se ubica en el último tramo del canal, lo cual significa que lo que no se usa de agua, literalmente se bota. Esto, a su vez, ha generado que, en algunas ocasiones y por emergencia, ha sido necesario regar con agua potable.
Otra complejidad es el sistema de riego. Las matrices se rompen con facilidad dada su antigüedad y tienen la particularidad de haber sido enterradas muy profundas, dificultando la detección de fallas y roturas de matriz, las que actualmente sólo se pueden descubrir por capilaridad y saturación del suelo en la zona que presenta la falla.
El área de jardines que considera la renovación del riego comprende cerca de 9.000m2, área comprendida desde la Iglesia del Espíritu Santo hasta el Cementerio de las Hermanas, y uno de los temas que se está evaluando es diseñar un sistema de acumulación, impulsión y sectorización automática de riego que permita estrujar el abanico de posibilidades que significa contar en estos tiempos con una acequia de riego, recorriendo el Santuario, haciendo uso de elementos modernos y certificados que lo permitan.
La idea es implementar y enterrar estanques de agua de polipropileno que permitirá almacenar un volumen de agua suficiente para proporcionar el riego los días en que no contamos con caudal abierto, llegando a todas las especies proyectadas mediante matrices principales, en un material noble y de fácil mantención en el tiempo, que por impulsión mecánica y mediante bombas distribuyan el agua en caudal y presión, según lo requerido por cada especie.
“Queremos hacer un riego donde podamos optimizar el uso del recurso hídrico. No se trata de resolver un problema puntual del minuto, sino de poner en el diseño una mirada hacia nuestras futuras generaciones, combinando las bendiciones que nos entrega la naturaleza con el avance tecnológico, haciendo uso de tecnologías, sin perder el sello espiritual y de traspaso generacional que, Dios mediante, mantenga y siga dando frutos en el tiempo a la Familia de Schoenstatt”, señala la especialista.
Por último, otro importante tema de la reconstrucción tiene relación con el ámbito eléctrico, del cual dependen muchas especialidades, como la iluminación, sonido, riego y paisajismo, entre otras.
“El reto es pasar de una instalación muy antigua, de más de 70 años, que ya había cumplido un ciclo, a una nueva, que cumpla con los estándares actuales, con las nuevas normas de electricidad chilena vigente y que sea eficiente, sustentable y seguro”, sostiene Fernando Araya, coordinador de la Familia de Colina, militante de la Rama de Familias y especialista eléctrico a cargo de dicha área del proyecto.
Según el profesional, la eficiencia energética es un tema del cual se está conversando y se busca implementar, a través de diferentes acciones, soluciones tecnológicas y herramientas, siempre intentando mantener el espíritu e identidad del lugar.
“La gracia, es que todos los que estamos participando de la reconstrucción estamos involucrados con el Movimiento de Schoenstatt. Conocemos cómo es la vida en Bellavista, los desafíos que se enfrentan a nivel funcional y coincidimos en que el centro de todo esto, el corazón de este proyecto, es el Santuario”, comenta Fernando.