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Seguimos adelante con la Renovación de Bellavista

Un camino de renovación, sinodalidad y concreción de la Misión del 31 de Mayo

El Santuario de Bellavista, en pleno corazón de la ciudad, ha sido por décadas un faro de esperanza y un punto de encuentro con Dios, la naturaleza y la comunidad. Hoy, más que nunca, su misión evangelizadora cobra fuerza, reuniendo a familias, trabajadores, jóvenes, niños y adultos mayores en un mismo espíritu. Por eso, avanzar hacia la segunda etapa de su reconstrucción no es sólo una necesidad práctica, sino una oportunidad de seguir fortaleciendo este espacio sagrado.

Fue así que el sábado 17 de mayo de 2025, veintiún personas provenientes de distintos Santuarios y comunidades, quienes trabajamos en la campaña de renovación de Bellavista, nos reunimos en la Secretaría de la Dinámica de las Hermanas de María. ¿El motivo? Evaluar y cerrar la primera etapa y dar el puntapié inicial a la segunda fase.

Este encuentro no fue sólo una instancia técnica, sino también una experiencia comunitaria y espiritual, donde se compartieron vivencias, aprendizajes y convicciones nacidas al calor del trabajo conjunto.

Durante la jornada, reflexionamos en torno a tres preguntas claves que permitieron mirar con profundidad lo vivido, reconocer los frutos del camino recorrido y proyectar con esperanza los pasos que vienen.

Lo vivido: más que reconstrucción, una experiencia de fe

Reconstruir un Santuario dañado por un fuerte temporal, con urgencias estructurales acumuladas por el paso del tiempo, no era tarea fácil. Y hacerlo en tiempo récord, aún

menos. Sin embargo, lo que podría haber sido solo un desafío únicamente constructivo, se transformó en una experiencia profundamente espiritual y de concreción de la misión del 31 de Mayo.

Quienes participamos lo vivimos como un regalo. Sentirse parte activa de la reconstrucción fue motivo de gratitud, emoción y sentido de propósito. Muchos destacaron el privilegio de servir a la Mater, poniendo sus talentos al servicio de un proyecto que nos une como familia.

La experiencia fortaleció el sentido de pertenencia, reavivó la fuerza de la Alianza y unió a generaciones y comunidades diversas. Fue también una escuela de vida: enfrentar lo desconocido, superar obstáculos y descubrir, en medio de todo, la acción providente de Dios. Más que levantar muros, se vivió una renovación interior y comunitaria que trajo alegría, compromiso y vida nueva.

Aprendizajes e ideas para que la siguiente etapa sea mejor

Todos coincidimos en que para esta nueva etapa es clave fortalecer la organización, la comunicación y la proyección del trabajo.

Se propuso definir metas claras, equipos con roles bien establecidos y herramientas de planificación que aseguren continuidad y eficiencia. También se destacó la importancia de comunicar de forma estratégica y coherente, tanto dentro como fuera del proyecto, para llegar a toda la Familia de Schoenstatt.

Además, se sugirió integrar un equipo multidisciplinario que combine lo espiritual con capacidades técnicas, organizativas y sostenibles. Finalmente, se invitó a ampliar la mirada: esta reconstrucción no es solo local, sino una oportunidad de renovación para el Movimiento a nivel nacional e internacional.

¿En qué consiste la segunda etapa?

Esta nueva fase contempla un paisajismo renovado, con árboles y arbustos nativos o de bajo consumo hídrico, que embellecerán el entorno y promoverán la biodiversidad local. También se rediseñarán algunos caminos de circulación y se completará la iluminación iniciada en la primera etapa, creando un espacio armónico y accesible para todos.

Lo más nuclear, es la construcción de un pozo de acumulación de agua de 200 m³ que nos permitirá tener el agua necesaria para regar el parque existente y lo nuevo que está proyectado. Se implementará un sistema de riego eficiente, para asegurar el cuidado de las áreas verdes, contribuyendo a la sostenibilidad del Santuario.

Por ese motivo, y con la misma energía y compromiso que nos trajo hasta aquí, invitamos a todos a sumarse con su tiempo, sus aportes económicos y su capital de gracias, y juntos, llevar adelante esta nueva etapa que de concreción a la Misión. ¡Vamos el uno el otro! ¡Vive tu Alianza!

Redacción: Pablo Vidal

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